-No piensas así?
-No, no hay que querer lo malo. ES MALO POR DIOS. Que el destino esté escrito, que importa. Uno no puede querer nada diferente? Eso sería demasiado pedir? Eso sería fácil como dices tú. Tampoco es que pienso igual que tú, cambiarlo no se puede. Pero quererlo así tal y como es? Que paso con la ambición? Millones de posibilidades que pueden llevarte a un sin número de personas, lugares, sentimientos, oportunidades ..consecuencias. Y hay que amar la que el destino nos disponga aunque sea mala? No.
Me encuentro montada en un automóvil donde me espera un viaje de cuatro horas a un lugar que no me canso de decir que odio pero no creo que sea así. Siempre para estos momentos suelo desvelarme la noche anterior para no estar consciente en ningún momento de la trayectoria. Solo comienzo y final del viaje.
-Eso no es nada inusual, como siempre viajo solo, no sé tú, pero sigue.
-Quien dispone que una persona sea llamada filosofo?
-No sé en realidad. Dijo.
-Cualquiera que tenga un punto de vista acerca de preguntas sobre la vida? pienso que simplemente el que ponga una idea en papel con palabras dispuestas en un orden nunca antes visto. Filosofo el que se aferra a un solo panorama, es más simple tener una filosofía de la vida para guiarse que descifrar cada paso. Disque mentes libres. Las mentes libres no se aferran a la idea que mejor les caiga. Porque y luego? los problemas evolucionan, sabes? es como una anarquía.
El solo me hacía preguntas y yo le respondía, pero mi respuestas nunca tenían que ver con lo preguntado. Mentir es fácil, más fácil es mentirse a uno mismo. El no es mi destino, yo no escribo mi destino. Si lo escribiera el fuera mi destino, pero no. El es el destino de ella. Ella tampoco escribe su destino, por eso él es el destino de ella, no el mío. Estoy empezando a odiar ciertas palabras. Sus preguntas irían perdiendo toda su originalidad al estar inmersas en la tragedia de una vida donde todo se repite, y el día anterior es siempre igual al siguiente. Nadie puede juzgar, solo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento, o de la ausencia total del sentido de su vida. Yo solamente lo miraba. Habré insistido lo suficiente? Debería haber aceptado el papel de amante en vez de querer que las cosas se amoldasen a mis expectativas? Luché por mi primer amor con la misma fuerza con que he luchado por mi pueblo?
Tengo que dominarme. Soy alguien que lleva hasta el fin cualquier acto que decide hacer. Tú: tomo un número y espero mi turno. No es como si fueras parte de mi vida solo estas en ese momento cuando caminas por la vida y te detienes de vez en cuando, ese eres tú. Los otros eran tan difíciles, tenían reacciones imprevistas. Solían ser lo mas inconveniente posible. Me miró con unos ojos que pensé que pedía ayuda, solo por eso le di mi número. A pesar de eso, no lo tiró sino que lo guardó en el bolsillo para decidir más tarde lo que haría con el.
-Las personas pierden la razón cuando intentan huir de la rutina, entiendes?
Le hablaba como si supiera exactamente lo que estaba viviendo.
-El gran objetivo de la amargura era la voluntad. Las personas atacadas por este mal van perdiendo la facultad de desear y en poco años ya no consiguen salir de su mundo, pues habían invertido enormes reservas de energía construyendo altas murallas para que la realidad fuese solo aquello que anhelaban fervientemente.
Le hablé de lo que me gustaba aunque no lo haya preguntado, ese siempre es un punto de partida.
-Nadie vive de tocar el piano amor mío.
Le dije - Deja de estar pensando siempre que causas alguna molestia, coacción o perturbación. Si así fuera, la gente ya protestaría, y si no tuvieran valor para hacerlo ese es su problema.
Lo juro que de tan solo mirarlo sentía que con sus ojos el me contaba lo que le pasaba, como si fuera un secreto a los sentidos.
Me preguntó que porque huía de mi ciudad.
-Porque ya eso no lo tengo, no es un momento real, no necesito estar con ella para sentirme bien, ni importante, ni que valgo algo. Salió mal, ya eso fue un amor pasado. No entiendo el fútbol. No me acuerdo de esos momentos, no me veo, no soy yo. Siempre tendré algo que contar. Ya no me gusta, ya no me agradan, ya cambié. Sonrío más, como más, soy menos predecible. Soy más sincera, ella cambió y yo un poco menos, ella cambió y yo un poco más, no es mía, ya no se ve igual.
Me preguntó que cual era mi miedo si sabía que siempre iba a suceder lo mismo.
-En el cambio más drástico de mi vida, tengo miedo de que las cosas cambien. Sabes? en lo que otras personas conocen cosas, lugares, personas nuevas, yo me conozco a mi y más importante ..a ti.
Todo este momento sentí que el estaba contando la vida que siempre quise vivir, que el estaba diciendo las cosas que yo siempre quise decir. Mirandolo desde el asiento pasajero, sentía que viajaba en el asiento pasajero de su vida no de su auto. Queriendo ser otra versión de mi puede ser que sobre o falte.
-Dios tiene una clase de anarquía allá arriba. Como puede existir el termino mente libre si en realidad no poseemos un pensamiento libre. Osea no puedo pensar en cosas malas, está contra la ley, no soy libre ni en mi propia cabeza. Esto no me hace una persona ya que es un pensamiento desconocido para cualquier otro. Menos para él.
La noche que es? La noche es la ausencia del día simplemente. Me siento hasta estúpida expresandome de esta manera.
-Que que escribo? no sé, me he dado cuenta que no me gusta leer hacia atrás lo que escribo, porque si espero un momento también puedo ser enemiga de mis pensamientos. Tengo muchas cosas que contar, pero creo que eso es solo porque el mundo nos ha dado mucho de que hablar, nos hemos vueltos más conscientes de donde vivimos.
-Se me dificulta mucho tomar decisiones, pienso en voz alta, se me pierde todo, quiero tener un secreto. Lo que tengo son unas ansias de escribir un libro. Pero no un libro cualquiera, no quiero un libro de autoayuda mucho menos uno de sicoanálisis. Quisiera un libro como no sé, que diga algo, que enseñe algo, que inspire algo, un libro nada predecible, pero entonces que ese no sea su fin en sí. No sé como se podría hacer, son muchas páginas. Observo mucho y pienso mucho pero soy muy poco ocurrente, pienso que es porque me distraigo fácilmente. Talvez si fuera sorda pudiera escribir algo, así lo observara todo, detenidamente solo oyendo en mis pensamientos. Talvez así me concentrara más, fuera más atenta o talvez si fuera ciega, y no tuviera que ver distracciones, objetos que te llevan de un pensamiento a otro, sin poder concentrarte en uno solo, o si fuera muda, no hablaría si no escribiría todo lo que me cruce. Es una sensación un tanto extraña. Es como si escribirlo (El libro) llenaría la carencia de algo. Es como si la escritura en si se volviera un sentido. Suena coherente. Pero conocemos personas con sus 5 sentidos intactos capaces de escribir un libro y hasta con características semejantes a los que me atraen. Talvez hay una variable que influya en esta especie de libros. Algo talvez por lo que haya que pasar para despertar ese sexto sentido. Una persona común y corriente no tiene tal sentido. Y es que no me preocupo, no lo poseo pero no soy nada común ni corriente. Lo que si está a mi favor, pienso es que para mentir no se me dificulta. Creo que para esto se comienza desde algún punto, pero también creo que he comenzado por todos los puntos por donde empezar y que el problema es avanzar.
El me mira como aburrido, como cansado de lo que le digo. Me dice que es gracioso lo lento que pasa el tiempo cuando uno tiene un reloj. En realidad no, aunque uno tenga un reloj, aunque no tenga reloj el tiempo pasa igual.
-Acababa de ponerle fin a ese romance efímero y sin razón de ser. En un año lleno de innumerables sentimientos nunca había llorado por él, había llorado sí, pero por otros, otros amores que no pudieron ser por él. Talvez cuando lloraba por los otros, metafóricamente lloraba por él, aquella persona tan despreocupada que esa podía ser su mayor atracción, talvez lloraba por no poderlo tener a mi antojo. Talvez los otros estaban en mi vida no necesariamente para amar a una replica si no talvez para probar que no era tan único, que no era tan interesante como había pensado todo este tiempo. Talvez esto apaciguara la obsesión. Estoy extremadamente triste, pero ya no es un estado, es más bien una condición. Soy extremadamente triste. Las cosas buenas le pasan a personas buenas. Las cosas malas le pasan a personas malas. Yo soy una clase de contradicción de la vida.
-Que te pone a pensar? Que te intimida? Que cambió, que ayer era algo y hoy es nada? Que yo sé que si no comienzo ahora mismo no voy a terminar nunca. Que tienes esa mala manía de simplificarlo todo, de querer entender todo y tu manera no es ni la correcta ni la más simple, (no puedes) admite que no puedes, que es difícil para ti. Que todo el mundo tiene su manera de aprender. Hoy será un día tan bueno para morir como cualquier otro.
Yo solo reía. Llegamos a un punto que creo que el decía las cosas para ser oído no escuchado y yo por igual. Cada vez que él hablaba lo interrumpía para contarle mi historia con cada una de las palabras que el mencionada. - Como me encanta la palabra pasión, no pasión de estar con alguien, ni de lo que se pueda sentir. Pasión de “algo”. Sí, soy ese tipo de persona que cree en sueños. Me encanta ver a alguien apasionado con algo, cuando es algo que te hace feliz y no alguien. Dejar a una persona a cargo de tu felicidad es algo muy peligroso.
Sería interesante saber que él piensa de mi, me gusta pensar que no voy a estar aquí mañana. Porqué un mes? suficiente tiempo como para que sea especial, suficiente tiempo para mantenernos fuera de problemas. Quisiera que intentara equivocarse de vez en cuando, me haría bien.
-Llegarás a tu casa a hacer lo que siempre haces, y pensaras en mi.
Hay un lugar llamado lejos donde la gente interesante termina marchandose. La magia? si me preguntan a mi no existe. Nada desaparece así de rápido. Se conforma con decirme lo que piensa cuando no le estoy poniendo atención.
Ese día pasó todo lo que tenía que haber pasado y no pasó nada. Ese día el perdió la vida en ese accidente, y yo seguía en ese mundo, en ese asiento pasajero, de su auto, de su vida. En el asiento pasajero de su vida inexistente. Y mi vida se sentía exactamente igual. Solo recordé el momento que me dijo que hoy sería un día tan bueno para morir como cualquier otro. Ese fue un día bueno, fue un día bueno para los dos.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment