un pedazo

Ese día lo recuerdo con tanta exactitud que si cierro los ojos cualquier mañana fría todavía puedo escuchar el llanto a mis alrededores. Esa impotencia casi palpable y esa nostalgia de no identificarme con el dolor pero sí con la euforia de dos extraños. Sin darme cuenta me volví el personaje de una historia. Tan fuera de lo común, que fue lo más normal y natural que pudo haber pasado. Nadie hubiera podido imaginarse las veces que la mañana del 8 de marzo me cruzó por la mente. ¿Acaso era yo la única que sabía como quería morir? ¿Y que me dices de vivir? todavía descifrando esa parte.

Todo depende de ella

Todo depende de sus enredos,

así inextensibles y su pelo

en tus dedos, en tus sueños.

Tú en ella, encima de ella,

pensandola a ella, pensandolo a él.

Le dijo, sientate tranquilo y cierra los ojos.

Sabes que está detrás de esa otra puerta?

Estás parado aquí, viendola allá

Tratando de no perder te estás perdiendo.

La vida dando vueltas y tú solo en busca de la droga perfecta.

Sabes que serias un idiota

Sabes que no tienes razón

Haz convertido saber en algo malo

Haz convertido querer en algo malo

Haz convertido la verdad en algo malo

Ella es lo que se perdió en lo malo

Tú el que no quiere perder

Ella lo hará como quiera

Siguiendo esos impulsos que la hacen ella

Tomará el mando y dirá

Que no volverá

Y luego te dirá

Que no tardará en volver

Y te das cuenta

Porque..

Un inevitable conformismo

Mi memoria,

juega conmigo

con el tiempo

con las ideas

con la verdad.

Mi memoria,

engaña

me usa

hace de mi lo que le plazca

convierte mis dudas en necesidad.

Su memoria

existe pero no existe

le miente pero me habla con sinceridad

susurra pero no dice nada

habita, pero no en su hogar.

Su memoria,

merodea

va en busca de recuerdos ajenos

de páginas que llenar.

Mi memoria,

es su historia para contar.

Su memoria,

son mis letras

son mi forma de pensar.