todavía

No sé hablar. No sé expresar adecuadamente lo que me inquieta muy adentro. No sé sacar todo esto a un plano exterior. Y miren que leo mucho y observo mucho. Sé millones de palabras complicadas, derivadas del latin, del islam. Conjugadas en infinitos tiempos con hiatos; juntas, separadas, arriba o abajo, con sentido o sin sentido. E ídeas hay, cientas de ellas. Queriendo encantar oídos que se dejan moldear a cualquier idealismo, que se dejan enamorar con par de copas. Estas palabras han intentado encontrar una salida de aquí. Y miren que he sentido el inerte disparo de muchas de ellas, justo en el medio, ahí en la espina vertebral, donde sienten las personas los escalofríos. He sentido los cuchillos frios y filosos, esos que no tienen compasión alguna por mi tranquilidad. He visto nacer llamas incendiando todo mi interior a ver si las incitan a salir. Palabras he tirado al fuego para no acumular infinitos postulados. Me han pintado el cuerpo entero con palabras. He probado labios que saben a prosa. He visto caer muros con las citaciones más dulces. He leído miles de páginas sobre la vida de innumerables desconocidos. He soñado con ser escuchada, he tenido pesadillas con no ser. Y sin embargo todavía; todavía no he logrado dominar el arte de expresarse..